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Docencia con enfoque de género en la USACh, una guía para el cambio

Docencia para la Igualdad de Género
Con este recurso, la universidad comprende que la incorporación de esta perspectiva en la enseñanza y en el aula, es un aporte a la excelencia académica y al reconocimiento de la diversidad del estudiantado como pilares fundamentales para la superación de las desigualdades de género.

Durante 2018, una de las importantes demandas que se levantaron en la emergencia del movimiento feminista en las universidades, fue la necesidad de avanzar en una educación no sexista para la educación superior. Buena parte de los petitorios que trabajó el estudiantado, hacían referencia al tipo de formación que se imparte en las casas de estudios y a forma que ésta adquiere en el aula: prácticas de enseñanza y actitudes discriminadoras, que excluyen mayoritariamente a mujeres y personas LGBTIQ+.

Como parte de su compromiso con la transversalización del enfoque de género en la Universidad de Santiago de Chile, y como un paso fundamental en la erradicación de hábitos sexistas, la Dirección de Género, Diversidad y Equidad trabajó durante este primer semestre 2020 en la Guía para una Docencia Universitaria con Enfoque de Género, un marco para incorporar la perspectiva de género en la docencia y una invitación para impulsar métodos de enseñanza, actividades y actitudes educativas no discriminatorias.

La guía se enmarca dentro de la normativa internacional de derechos humanos que debiera inspirar un trabajo universitario de excelencia y respetuoso de la diversidad y, a la vez, desarrolla una aproximación a la definición de docencia con enfoque de género, reseñando algunas estrategias para la interacción en el aula y promoviendo entornos libres de discriminación y violencia.

Para la vicedecana de Docencia y Formación Profesional de la Facultad de Ingeniería, Rosa Muñoz, la guía es de “un gran valor, ya que define, aclara y ejemplifica los conceptos fundamentales para el proceso reflexivo necesario para cambiar las prácticas docentes y también las formas de convivencia en la Universidad.”

Carla Hernández, académica, investigadora en didáctica de las ciencias y subdirectora de Vinculación con el Medio del Departamento de Física, considera que el material “permitirá transversalizar el enfoque de género y cambiar las prácticas arraigadas en todos los estamentos universitarios, en ello la docencia es clave. Podremos aplicar diversas acciones, de distinta complejidad en nuestras aulas, generando también una oportunidad de aprendizaje para quienes hacemos docencia, como para los y las estudiantes. Esto implica que el trabajo realizado por la Dirección de Género adquiere un valor agregado, más allá del objetivo principal que motivó la creación de la guía.”

Por su parte, Karin Baeza, directora de Género, Diversidad y Equidad, afirma que este recurso docente es una contribución al cambio. “Es una aproximación a lo que nos demanda el contexto cultural en el que estamos, porque nos permite como comunidad universitaria, reconocer la diversidad del estudiantado e ir cerrando brechas en materia de desigualdad de género”. Lo plantea recordando que la Universidad de Santiago de Chile ya tiene un recorrido que se inicia con el proyecto institucional “Igualdad en la Diferencia” en 2007: el primer diagnóstico universitario en la USACh que da cuenta de las desigualdades de género en la gestión universitaria.

En su opinión, la Guía para una Docencia Universitaria con Enfoque de Género es una herramienta “viva”, que motivará al mundo docente a cuestionar sus prácticas en el aula, pero también a impulsar mejoras en sus competencias para la enseñanza. La vicedecana de Docencia y Formación Profesional de la Facultad de Ingeniería, Rosa Muñoz también lo considera así. Dice que es “una vivencia hacer docencia con perspectiva de género porque primero, hay que darse cuenta de las prácticas no conscientes que como profesores y profesoras podemos tener. Hemos sido formados en un contexto sesgado, en una sociedad no inclusiva.”

Desde el Departamento de Física, la académica Carla Hernández asegura se trata de un recurso “muy bien diseñado porque entrega herramientas y consejos específicos que facilitan la incorporación del enfoque de género en el aula. No se requiere formación previa, sólo la voluntad para generar la transformación que necesitamos en nuestra institución, partiendo por nuestras aulas y la propia práctica.”